La obra de Rémy Hétreau está totalmente inundada por la mirada del poeta hacia el mundo, llena de humor y calidez, aliada a la exigencia de un artesano, de su gusto por el saber hacer y lo bello. La retrospectiva organizada por la ciudad de Orleans en la casa de Charles Péguy reúne, por primera vez, un conjunto completo de sus diversas actividades. La creación de las Galerías Lafayette, dirigida por Jean Adnet, pronto se convirtió en responsable de la elaboración y realización de los escaparates.
Allí conoce a su amor, Jeannine Jager, también ella decoradora, y descubre Brantes, un pequeño pueblo de montaña de Vaucluse frente al Mont Ventoux. Magnífica felicidad. La separación debido a la guerra es un interludio doloroso, expresado en cartas ilustradas casi diarias, escapando a la realidad militar a través de la imaginación poética. Tras su desmovilización, regresa a París para casarse con Jeannine. Ella será su compañera y una valiosa aliada de su trabajo.
Sus dos mundos se funden perfectamente: ella misma hace maquetas para porcelana y textiles, especialmente para Colette Gueden en el ámbito de Primavera, ilustraciones y acuarelas fascinantes. Algunos ejemplares pueden verse en la exposición. Su vida es plena y variada. Cada verano, la pareja pasa el mayor tiempo posible en Brantes, con sus dos hijas, Marie y Sylvie. Es allí, en un antiguo establo convertido en estudio, que se dedican a sus obras más personales.
Rémy Hétreau, nacido en Patay, está profundamente marcado por los paisajes de Beauce. Es amigo del grabador Louis-Joseph Soulas y está firmemente comprometido con la vida cultural de Orleans.
Nombrado profesor del Instituto de Artes Visuales de la ciudad de 1961 a 1981, es miembro de la asociación Artistas de Orleans, que presidió entre 1964 y 1984.
El resto de su vida está esencialmente consagrada al grabado. Familiarizado hace mucho tiempo con la técnica del aguafuerte, gracias a los consejos de Jacques Frélaut en sus ilustraciones de Hôtel du nord, busca ahora dominar la técnica de la punta seca y del buril.
Adquiere una gran prensa. Él mismo toma las diferentes pruebas con alegría y precisión y enriquece algunas con acuarela, adquiriendo cada una de ellas una nueva historia. Allí encuentra su mundo lleno de poesía maliciosa, “la marca de su ternura burlesca” (Claude Salvy).
Su amigo Barjavel dijo que “la obra de Rémy Hétreau es bella y verdadera como un jardín de mayo; quien la observa, dice que está feliz de vivir”.
Esperamos que pueda seguir encantándonos durante mucho tiempo.
Marie y Sylvie Hétreau